Desde que la ví tocar el piano supe que la amaba

La miré a los ojos...-es realmente hermosa- pensé. Pero no te engañes...suele ocurrir que debajo de esa mirada inocente, de ese voluminoso cabello rizado, largo y rubio, de esas manos delgadas pero de fuerza inusitada, de esa delgadez típica de músico romántico, se albergan los sentimientos de orgullo, altivez y sobervia típica de los concertistas.
Pienso que, esa altivez y sobervia propia del músico virtuoso no es si no fruto de los que estamos fuera y aspiramos a ello y los observamos como si fueran dioses/as. Después nos dedicamos a criticar su forma de ser y actuar cuando en realidad somos nosotros/as los que provocamos que ellos sean como son...
Pero esta vez me equivoqué.
Qué peligrosos son los prejuicios!.
No sólo no me enamoré de Ella, si no que Ella ha sido la persona que mejor me ha tratado y me trata en esta vida mostrándome su Amor con la misma fuerza que su Música. La persona más sencilla, humilde, amable y generosa que jamás haya podido imaginar en la figura de una virtuosa y concertista de piano...esa virtuosa que desde el primer día y con la sinceridad de su arte y su alma me dijo "te necesito"...tanto como yo a Ella.
Es por ello que el primer mensaje que escribo en este blog quiero dedicarselo a Ella, a la mujer que amo y amare por y para siempre... a la mujer de mi vida.
A Ella y a la Música...que son razón suprema de nuestra razón de existir y creer en nuestro Amor Eterno.
Te amo C.