De petardera a barrendera

Me han cogido en la empresa municipal de limpieza del ayuntamiento de mi ciudad. Estoy contentísima porque ahora sí que voy a cobrar mucho dinero con un trabajo que no requiere grandes esfuerzos: barrendera.

Las ventas de petardos fueron agotadoras. Pasé un calor, una picada de ortigas en el brazo derecho (que ya se me ha curado porque mi amada me compró una pomadita que me las curó muy rápido) y cargué tantísimas cajas que aún, después de 4 días desde que dejé el trabajo, me duele la espalda. Trabajé 12 horas al día y, el último, 18 horas seguidas sin parar de despachar a gente, reponer género (es decir, cargar cajas), pasar calor...
Una locura.

Pero ya tengo el dinero que necesito para el conservatorio.

Ahora a pensar en este nuevo trabajo, no sin antes gozar de estas mini vacaciones de 4 días que tengo. Ya que trabajaré de lunes a viernes, pero en julio aún tendre que trabajar los domingos en la tienda.

Me he comprado, por pura necesidad, un mp3 portátil, ya que he visto que muchos barrenderos lo llevan porque pasar 7 horas en soledad barriendo debe de ser algo aburrido sin música. Así que ya he cargado de piezas barrocas y clásicas el mp3 para la ocasión.

En estas minivacaciones el viernes que viene sera especial. Mi amada vendra a casa y montaremos una cena romántica, ya que el día 18 de junio celebramos nuestro año y medio de amor eterno, ella en el sobrio IES y yo en la sobria caseta de los petardos. Nos pondremos en la terracita de mi casa y cenaremos al fresquito.

Por fin vuelvo al blog. Precisamente cuando faltan 10 minutos para que sea el día del Orgullo gay.

Libertad,
Esperanza,
Superación.
Bondad,
Inocencia,
Amistad,
Nacimiento,
Ahora.

Y

Olvido,
Recuerdo.
Genialidad,
Unión
Lésbica
Libre.
O,
Simplemente:
AMOR.

Esta poesía se la dedico a mi amada, que fue quién me inspiró a componerla en una noche de delirio amoroso.