Estrés, exámenes y demás historias para no dromir.

El miércoles tengo tres exámenes: El de acompañamiento, en el que he de entregar un acomapañamiento de tecla para una voz soprano que es un Tourdion de Jacques Moderne, luego el de conjunto instrumental en el el que tocamos un trío original para flautas de pico de Paul Hindemith y después el exámen de clavecín. El miércoles por la noche voy a dormir mucho, mucho. Aunque el lunes siguiente tengo los dos últimos exámenes, el de cámara y el de flauta. No podré dormir mucho la noche del lunes al martes porque el martes empiezo a trabajar en las casetas de los petardos. Qué asco tener que estar 12 horas allí cada día. Eso sí, por lo menos tendré ya el dinero del conservatorio para el año que viene. Tengo unas ganas de dejar de pagar estudios y empezar a cobrar en base a lo que he estudiado!.
Todo llegara, pero mientras tanto, he de hacer cada cosa que madre mía. Algún día lo recordaré con alegría, o eso espero. Explicar a jóvenes que he trabajado en los lugares más remotos que se hayan podido imaginar, y todo para acabar en un IES. Madre mía.
Ahora mi amada esta corrigiendo exámenes porque ya empiezan las evaluaciones. La semana que viene ya sera la última en que tenga alumnos y clases, debe de ser una alegría tremenda para ella. Ya no estara tan estresada. Qué bien.

A veces se me aparece la imagen del hospital, de la pierna que me operaron cuando se me rompió...y estoy contando los días porque de nuevo me tendran que operar, el día 20 de septimebre, para quitarme las palcas de titanio que me pusieron. Estare 15 de días de baja. Menudo rollo, puesto que no podré empezar las clases del conservatorio el primer día. Y siendo ya el sexto de Grado Medio me da miedo a perder cierta comba. Aunque bueno, sólo son dos semanas...dos clases de cada cosa. Pero siempre da una pereza recuperar!
Y, para colmo, ahora no puedo visualizar bien un programa de edición de partituras que necesito para poder hacer el exámen del miércoles. Estoy luchando por encontrar la solución y en ello estoy. Claro que el sueño me vence y al final acabaré por hacerlo a mano y en el piano. Todo son trabas, Mon Dieu!.

Ahora a dormir mucho, a soñar con mi amada y a pensar en ella cuando toque en los exámenes, así sabre seguro que aprobaré)