Música en la penumbra

De mi alma. Esto con un síndrome premenstrual que nubla mi alma y la sume en penumbras. Además, el tiempo gris y claustrofóbico por el cielo tan encapotado y las nubes tan bajas no ayudan mucho a superar esta etapa de decaimiento otoñal. Se me deshoja el alma.
Sólo tengo ganas de dormir, metida bajo el caparazón de la manta. Dormir, dormir, hivernar... y eso que estamos en otoño.
Hoy las clases se me handado normalitas. En acompañamiento ha ido bien, en clave más de lo mismo, en cámara me he animado un poco, pero en historia casi me duermo. Siempre esa luz parpadeante de los fluorescentes que se me clava en las sienes y en la cuenca de los ojos. Siemprela misma rutina.
Cuando explote vere las cosas de otra manera más optimista. Mientras tanto, a seguir enclaustrada en mí misma.
Y con más hambre que los pavos del tío Manolo.

Dormir con mi amada el sábado por la noche, después de la boda de mi hermano, sera una buena terapia.