Ahora

O nunca.


Toda apariencia es engañosa. Más, si es intencionada, de ridícula, absurda, por cuanta estupidez alberga.

Así pues, mi más sincera alegría por soñar sin aparentar, como ha ocurrido en muchas ocasiones en este mi/nuestro rincón de pensamiento.

Así como hoy, ahora, mi más sincera alegría por haber alcanzado uno de los innumerables objetivos laborales que vislumbro se presentan, así como la inesperada devolución de Hacienda.


Vamos, que sin dejar de soñar, tampoco viene mal saber que, entre este mes y los 3 siguientes (justo antes de mi primer mes seguido de vacaciones pagadas desde sólo Mozart sabe cuando) voy a contar con tantos euros que ya he reservado un vuelo de estancia vacacional en Amsterdam.

Una semana: media pensión en la que se incluyen visitas emblemáticas a museos (lo cual no viene mal cuando se no se está acostumbrada a salir por Europa y no se maneja una en el inglés, pues andamos con el francés a ver qué sucede) y paseos en barca.

Amsterdam: a fumar porros.

No.

Para ello no me hace falta salir ni de mi propia casa.


Lo bello va a ser que iré a La Haya a ver el taller de construcción de flautas de pico de la mujer constructora con mayor arte en el mundo a la hora de fabricar flautas barrocas de refinadísima arquitectura sonora flamenca.




Como me gusta ver que:

Ahora


Sí, ahora.

Todo mi esfuerzo está dando sus frutos.


Luché y lucho por lo que al final, incluyendo el destino, soy.


Mi família, mis flautas, mi piso, mis 6 pagas anuales como una instantánea recuperación económica (la cual ya se estabiliza en una clara tendencia al alza), mi trabajo ya fijo y en el cual siento que, formando parte de mí, no es ajeno a mí (como desde que empezó mi vida laboral), la sorpresa, la cual se estima que anualmente así sea, de la cuantiosa devolución de Hacienda....


Vamos, que por fin puedo decir que se acabaron mis preocupaciones respecto a la cuestión económica, almenos, durante un largo período, por no decir que, visto lo visto y cuanto me queda por ver, desde mi postura, es decir, mi ponerme, mi quehacer, affaire, cuyo grado de compromiso es vital (como bien sabéis los que me acompañáis en este blog) en todo cuanto hago, deshago, digo, desdigo, pongo y dispongo, estando tanto en lo cierto como en lo erróneo.

Prefiero arriesgarme a errar que saber que, en sí, ya es un error permanecer en la incertidumbre como negación de la posibilidad de acertar.


Ahora

a disfrutar.



Saludos!