Ingrid y Car en un momento histórico

Ingrid es una amiga.




En el bar de la facultad con el prospecto de las setas que trajo de Amsterdam.




Escribimos juntas este post.



Dí algo, colega:


"voy al lavabo"
"mientras unas personas cubren sus vanas necesidades
otras gozan de lo realmente necesario,
necesario lo es todo,
lo difícil es seleccionarlo."


Hoy viene el grupo del compañero de Ingrid a tocar en el Festival de Blues de mi ciudad, Cerdanyola del Vallès. Se llama Nativa, y hacen una música que yo escuchaba cuando iba a EGB. Hard Rock. En plan Black Crowes y aquella época de efervescencia cruda pero realmente bien manifestada musicalmente hablando. Un rock druamente cantabile.

Nos vamos de fiesta.


Siempre aparece en el momento justo. Pasa un período graciosamente calculado.

Plin! ya estoy!

Joder, qué buen rollo!


Parece que esté hecho expresamente. Y siempre da en el clavo, la tía :-D


Jajaja. (cuando reir en compañía es reír de verdad, es cuando entran agujetas en la cara, incluso aparecen ciertos atisbos de parálisis labial irrisoria, es cuando estamos emparanoiando escribiendo conjuntamente esta gran parida que de buena es preciosa).


Lo preciado por precioso es inconmensurable. Mensurar es un absurdo, una vanalidad, un gasto de un precioso tiempo que pudiera ser aplicable a otros preciosos menesteres.

Y gracias a eso, dice mi preciosa amiga...
vivimos la vida.


Vivimos la vida... me ha encantado lo que dices. Porque, ciertamente, no sería vivir. Sería morir viviendo la vida ajena o morir haciendo ver que vives.


Ole, ole y ole.





Qué recuerdos cuando estábamos en la facultad, filosofando, sí, filosofando, ilusionados, con nuestra rara pero no menos efectiva forma de hacer de nuestra felicidad algo factible. Estudiando filosofía en la UAB.


Oye, nos vamos a cenar?


Enga.