Todo esta ahí

Sólo hay que cogerlo.

Al vuelo.



Es curioso. Siempre oí decir que "si no le prestas atención, o dejas de hacerle caso, al final, viene". Sí, curioso porque nunca imaginé tener que acudir a este recurso para poder comprobar que es del todo cierto. A buen seguro que es efectivo cuando, como en mi caso, sucede por pura necesidad. Los hechos adquieren tal dimensión que es del todo menester que ese mismo acontecer invite a ello. Es genial.


Ir a contracorriente es seguir ese flujo.



Creo que nunca se me ha presentado tal oportunidad de juego. Qué hermosura. Se alarga, se exprime hasta la última gota de aquello, lo cual, en condiciones ajenas a lo puramente sencillo y natural, no tendría sentido por lo infinito en su detalle.

Imaginamos, sin prejuicios y en vívida instantánea, aquello que, en sumo detalle, describimos en palabras justas y necesarias. Y así, desde un buen comienzo.


Ciertamente, nuestra apertura iniciática, mútua, como antes mencioné, invita a ese curioso affaire seductor, el cual por fin se me es dado experimentar activamente. Esa es la piedra que he considerado menester incluir en este nuevo pilar que con tanta gracia y sana diversión se me antoja volver a sentar como fundamento vital.

Y es que, es tan avispada! es vertiginosa!. En un reducido contexto abre un mundo, su mundo, mostrándolo de tal forma que su expansión invita a una natural acogida... un cosquilleo espiritual al sentir que realmente aprendo, compartimos, aprendemos.


Una persona luchadora y valiente como pocas he tenido el honor de conocer. Sin temor a aceptar sus miedos aventurándose a realizar su vida. Aventurándose a deshacerse, a la más mínima muestra de asomo, de cualquier lastre que considere necesario despojar de su andar.

Sí, esa ligereza manifiesta en sencilla naturalidad que invita al regocijo de compartirla... para alargarlo, explayarlo en vastas holguras inabastables en tanto que se abastan. Ahí es cuando nos entra esa sonrisa de complicidad que hace llorar de emoción.


Ahora, la rutina parece alejarse de mí. Aún trabajando a diario, cada día me parece del todo nuevo, diferente. Contribuye a ello mi actitud de rechazo hacia ella, observando hasta qué punto se puede aprender de las personas que me rodean.


El domingo viene a cenar a casa.


Qué locura más tentadora:-)