La suerte se busca, el azar te encuentra.

Dijeron que regalaban 100€ en vale de compra de un famoso centro comercial a quien consiguiera más pagos con targeta del departamento y, lo conseguí.

He quedado primera y me llevo el premio.


Es la primera vez que me ocurre algo así. Entre 40 personas, ser la mejor.


No os ha pasado nunca el pensar un <<>>, y, al pronto, verse en ello y, curiosamente, no saber qué hacer?


Ello demuestra que el aprovechamiento de la buenaventura, cierto es, no es común y, bien sabido es que harta ha sido mi exposición al respecto. Esto es, que hállome inmiscuida en tales circunstancias y, curiosamente, acaso resulto en resuelto aprieto.


Más, ahora es cuando experimento todo cuanto antaño, en no muy lejanos posts, esgrimí:


No es fácil ser feliz.


Rememorando cuanto dije sobre las consecuencias de la desidia en este aspecto, la cual nos lleva al camino más errante, ciertamente es la eterna canción, exenta de toda armonía en la cual puede fundarse cuando se asienta en la queja. La quejumbrosa pasividad en resultas de inciertas conjunciones y casuísticas que, usadas como mera excusa, esto es, como justificación de lo injustificable, no derivan más que en estridente cacofonía.


Como dije, la felicidad, cuya árdua tarea empieza ya, no es fácil.


Me voy a regalar. Sí. Y ese regalo es inherente ese esfuerzo.


Oh! sólo de pensar en este nueva y bella labor de aprendizaje en el cultivo del regocijo de verse recompensada por la consecución de una meta, me emociono.



Ahora, sin más dilación, empieza, de facto, mi disfrute:



He ganado de calle, con acusada diferencia respecto al segundo clasificado.



No dejo, por ello, de ser humilde. Pero, en mi regalo, dejo que mi orgullo se disipe, se esparza, a modo de quasi terapia.


Como dice una compañera: Porque yo lo valgo.








Harta de afrontar adversidades, ahora me voy a regalar.


Me voy a regalar.


Porque también hay que aprender a saborear el éxito.


Entereza.

Emoción.

Apoteosis posterior.


Alegría.



Ya me tocaba!



Bueno...mejor dicho: Al fin consigo que me toque.




















La suerte se busca, el azar te encuentra.






Como esta frase inspirada que encabeza el título de este post que, inventada, engendrada por mí, os puedo asegurar que no ha sido ésta fruto del azar.






A disfrutar!