Amor y música

Hoy ha sido de esos días en que no ocurre nada relevante. La rutina que antaño deseaba parece estar ya expresándose en todo su esplendor. Esta mañana he ido a dar la clase de flauta al colegio. Se han portado bien. Era de suponer al ver que hacía sol. Nada más que añadir.
He llegado a casa, he hecho la comida y he descansado un poco. He leído un mail de mi amada y esta de acuerdo en hacer realidad una idea que al parecer ha sido estupenda: tocaremos en Navidad unas sonatas para flauta de pico y piano para sus padres, hemana, cuñado y su sobrina.
La verdad es que la idea se me apareció como un especial agradecimiento por el afectuoso trato que me han tenido sus padres (a su hermana y su sobrina y cuñado aún no los conozco). Ahora trabajaremos cada vez que nos veamos en algunas sonatas barrocas para intentar deleitar a los oyentes y hacer una fiesta más amena.
Y así mostraremos, de menera sutil, las claves de nuestro amor...esta vez con las de sol y la de fa.
Y jamás sabran que va más allá de la simple Música.

O, precisamente, que nuestro amor es Música.