Día de trabajo

Hoy ha empezado mi periplo de la semana laboral. Ha ido mejor de lo que pensaba. Antes, como no estaba el jefe, si no que estaba su hermana, la campaña de Navidad en la tienda era un caos e íbamos estresadísimos todo el día. Hoy se ha dicho, desde un principio, que estemos muy tranquilos que aún nos queda mucho por delante. La verdad es que con ese ambiente he hecho el trabajo de una manera muy saludable. Por una vez doy la razón al jefe en el sentido de que él afirma que "intento que la calidad de vuestro trabajo sea la mejor". Y es verdad, pues ya no es aquello de ir corriendo a saco haciendo todo, si no que se va haciendo chino-chano y el trabajo sale igual y creo que todo esto es debido a la buena organización que ahora hay en la tienda.
Mientras estaba llenando las atrrinas con el all i oli estaba pensando en mi amada, contínuamente, imaginando historias juntas, lo que haríamos en Nochebuena e incluso en la posibilidad de que nos tocara la lotería, que de ilusión también se vive. En ese instante me he sumido en en profundo fluir del pensamiento y el jefe ha pegado un grito que me ha hecho despertar, pues de veras que estaba del todo ausente, y me ha ayudado colocándome mejor las cosas para que trabajara más a gusto (ya que como hacía 4 años que no trabajaba entre semana en la elaboración pues no sabía cómo hacían todo en el presente) y ha sido cuando ha dicho eso de que quiere lo mejor para el trabajador, cosa que agradezco.
Con la tontería hoy hemos facturado 932€, pues no paraba de venir gente a comprar y a encargar, entorpeciendo nuestra faena, pero es lo que hay.
Cuando ha venido mucha gente me he quemado el nudillo del dedo anular de la mano izquierda con el termosellador. Y además las manos se me han quedado sensibles de haber estado trabajando, primero, con productos congelados, y luego con alimentos ardiendo. Es lo que hay.
En fin, que ese ha sido mi día de trabajo, del cual casi nunca hablo pero hoy no he hecho otra cosa, así que hoy ha tocado hablar de trabajo.
Mañana tenemos que elaborar todo el género cárnico: cochinos, cabritos, churrascos, paletillas, patos y pavos. Mañana va a ser mortal.
He llamado a mi amada porque me ha dicho que hoy el profesor de las oposiciones no ha podido venir (con la consiguiente molestia del viaje que ha tenido que hacer mi amada) porque ha tenido un accidente de moto y se ha partido una pierna por tres sitios y una mano. Es para mear y no echar gota.
Ahora mi amada aprovecha la tarde para ir a comprar el regalo para un colega suyo que ha tenido una hija. Todos los profes han reunido dinero y le toca a ella ir a comprarlo por ser este profe también de música y por ser ella Jefa de Departamento de música. Suena bien, eh?:).
Así pues, yo hoy me acostare prontito ya sabiendo que mi amada se encuntra bien y ya habiendo escuchado su voz, cosa que necesito día a día para seguir adelante. Me anima mucho escuchar su voz.
Además, me ha dicho que me dara masajes en la espalda y en la cabeza este sábado después de cenar y llevar casi la totalidad de los días trabajados (sólo me quedaran dos duros días más, junto al último que es el peor porque hay que recoger y limpiar toda la tienda y cuando hay tanto trabajo se ensucia muchísimo y es horrible limpiar) y eso me llena de ilusión porque lo hace divínamente. Ya tengo unas ganas de que llegue ese día!
Pronto llegara, pronto llegara.
A contar lo días.

Chiquitita mía, te quiero.