Teclas, notas, armonía

Hoy ha sido el día del tecleo absoluto. Me ha salido bien el estudio de hoy. Parece que las obras de Bach, Couperin y Jeremiah Clarke ya me van saliendo más naturales. También he acabado el acompañamiento de una voz soprano del libro de Oltra. Es una especie de Gavota, un poco rara, pero más o menos creo que puede estar bien. Ya veremos mañana en la correción.
Mañana, quizas, el profesor de Historia de la Música ya nos haya corregido los trabajos de audición y de tema. O quizas no, que tiene a 20 alumnos y el "pobre" no da a basto. Supongo que hasta la semana que viene no los tendra. Estoy nerviosa, ya que el anterior trabajo que hice de Vivaldi saqué un 10, pero según él, no había seguido las pautas que él marcaba, pero que era un trabajo muy bueno. A ver ahora. He seguido de tal manera las pautas, que como ahora me ponga mala nota, yo le diré que ya no sé entonces que hacer. O sí. Seguir sin ceñirme a las pautas y sacar dieces.

Mi amada, el miércoles que viene ha de exponer, en el curso que esta haciendo, la música del Renacimiento. Es la época que más le gusta de la música antigua. No me extraña... la música de esta época es tan fantasiosa, tan natural, tan apasionada, tan misteriosa, tan festiva, profana, irresistible... como Ella misma. Mon Amour.

Ya parece que la cuestión del coche va avanzando. Buscaran piezas en desguaces para reconstruírlo. Pobrecito el coche. Ha estado mucho tiempo solo en el taller. Cuando hoy, por fin mi amada lo ha podido ver, después de tanto tiemp, le ha sonreído. Y se ha puesto contento de verla. De saber que no esta solito en este mundo y que se le va a ayudar mucho para que vuelva a sus andadas. Con lo bien que se lo pasa él por la carretera perdiendo aceite :).

Sus padres ya han llegado de Ibiza. Qué bonitos son. Me han traído un collar de allí. Qué detallistas. Así da gusto.

Estoy recordando la despedida de este domingo pasado. Al no tener coche, hemos de coger los autobuses para vernos. Oh! fué horrible la despedida del domingo. Ella lloró. Yo lloré por dentro. Sentí tanta pena al verla alejarse, con esos ojillos que miraban bañados en lágrimas. Y sentí que la amaba tanto!

Mañana toca el duro día de conservatorio. Estaré allí desde la mañana hasta la noche. Me quedare, como siempre, haciendo una siesta de 20 minutos encima del clave. Pobrecito, sirve hasta de reposa-cabezas. Pero sólo sirve el clave flamenco de dos teclados. El teclado italiano es demasiado bajito y más pequeño y no se duerme bien en él. Vaya cosas que digo.
Lo bonito es que las piezas las tocaré en temperamento mesotónico, ya que hemos de hacer una audición exclusiva para los alumnos de clave y tocaremos las piezas en este temperamento, que es diferente a cómo suenan afinados los pianos modernos. Básicamente se forma por terceras puras, pitagóricas, y quitas puras también, y octabas justas. Entonces, sólo se puede tocar en ciertas tonalidades o modos. Pero suena tan diáfano, tan cristalino! Es que lo afinaban así porque ya las piezas estaban hechas con esos modos y tonos y sabían qué distancias no usar. Recuerdo que le decía al profesor que daba un gusto hacer una cadencia perfecta! que sonaba como jamás había escuchado música tan clara como el agua cristalina de un arrollo virgen en medio de una selva de Amor. Y el profesor me dijo que había una alumna que ralentizaba mucho las cadencias..o se quedaba parada haciendo cierto acorde final de las cadencias y el profesor le preguntaba "Por qué paras?"..y ella decía "Es que suena tan increíblemente bien!". Cuando me explicó que esta alumna se quedaba pegada en las cadencias porque disfrutaba del sonido tan puro que surgía fruto de ese temperamento, me dió una risa y pensé "no me extraña!". Y ahora pienso que el mundo actual esta desafinadísimo con el temperamento igual. A base de errar con esa coma pitagórica en cada una de las notas, no existe ningún intervalo puro...y eso... es fatal! (y más, después de haber experimentado un sonido tan agradabilísimo como el que ofrece este temperamento).

Hoy estoy elocuente. Quizas demasiado.
Creo que me ire a soñar con mi amada. Y esta vez soñaré cosas bonitas. Porque ella es bonita, y su sola presencia en mis sueños, ya es motivo suficiente para que sean deliciosos.

Hasta mañana.