Historias de una barrendera suplente II

Relaciones sociales: Gentes, razas, caracteres.
En esta faena, ir con el peto amarillo significa saber dónde esta todo. me explico: si no me han preguntado en un mes unas 500 personas dónde se va aquí o allí, no me ha preguntado nadie. Una vez, un Policía Nacional me preguntó por el Ayuntamiento y como olvidé que una de las calles esta cortada, le metí, sin querer, que conste, en una encrucijada. Luego pensé "que se busque la vida". Así de claro. A otra persona, también sin querer, y esto sí que me supo mal, fue enviarle a la Autopista de Lleida en lugar de a la de Girona. Me supo mal porque llevaba un Vehículo Longo de gran tonelaje y galibo. Uf!... aún tengo la conciencia mal. Aunque bueno...fallar 2 de 500 tampoco es malo, no?.
Hablare de las gentes. Puros estereotipos. El típico que pasa y que te dice: si te encuentras 50 € me invitaras a una cerveza, no?... y yo les saco de la creencia de que los barrenderos nos encontramos cantidades ingentes de dinero. Vamos a ver, para encontrar dinero hay que estar en el momento preciso en el sitio adecuado. Yo puedo llegar a un lugar y barrerlo a cierta hora en el que ya han pasado 300 personas por allí. Así que tienen tantas posibilidades esas personas como yo de encontrarse dinero. Y así los dejo. O sencillamente les dijo que ojalá se diera ese milagro.
Después esta el típico que pasa y te dice: Qué calor, no? cómo os visten así con el calor que hace? y claro... te haces la simpática y les sueltas la respuesta programada para la ocasión: Resignación.
Los casos raros. Los gitanos. Madre mía qué risa he llegado a pasar con los gitanos de la calle Galicia. Me sé sus vidas en un mes y medio que llevo trabajando. He observado su comportamiento en familia. Sus costumbres. A las 9 de la mañana sale el padre de familia, con su boina diferenciadora de su rango, con su mujer y una de sus hijas de unos 13 años. La madre va con el sobrino pequeño en un carro y la hija va con el carro de la compra. Las dos mujeres van cargadas como mulas al volver. El hombre, en todo momento, va sin nada en las manos, sólo el bastón. Menudo machismo más exacerbado!. El hombre es el único que me saluda. Quizas no puedan hablar ellas en su presencia a payos. No lo sé. Almenos educado sí que es.
Luego esta el hijo mayor. Que es nieto del abuelo, que a su vez es padre del cabeza de familia que no coge el carro. El hijo mayor tambiñen trabaja en mi misma empresa, pero de camionero. Esta el pobre amargadito. Me dijo que el encargado es un cabrón, que no le paga las horas extras, que no le deja fumar...como si quisiera amargarlo para echarlo. Él me dice que se iría, pero como tiene un hijo que mantener que aguantara lo que pueda hasta que pueda. Se ve que trabaja como ayudante de camionero, es decir, que es el que se pone detrar, en la caja del camión, para recoger los contenedores de la fracción orgánica. Y se ve que quiere sacarse el carnet de camión porque el encargado le ha dicho que si no se lo saca lo echará. Le ha dado un mes para que se lo saque!. Dios... yo de verdad que me soprendí mucho con la historia de ese chico, al cual reconocí que era nieto del abuelo porque tiene sus mismos ojos. De un azul intenso que embelesan. Imagínense un giatno de tez morena, pelo castaño y ojos azules. Nunca había visto algo así. Es un caso raro. Le dije si era nieto del abuelo que vive en la calle Galicia y me dijo que sí, y le dije eso de los ojos. El siguió preocupado y nos despedimos porque como el encargado me viera marujear por la calle podría caerme una buena. No lo he vuelto a ver más, y eso que antes lo veía a diario... lo habran echado?.
Luego esta el hijo mayor. Se pasa todo el día con un carrito paseando para buscar chatarra. Siempre que yo ando calle abajo, él va hacia arriba, y siempre me lo recuerda. Yo siempre le digo que es el destino. Y le hace gracia. Parece un poco retrasado, pero se le ve muy buena persona. Entre que no vocaliza muy bien y que habla medio caló me ha costado mucho llegar a entender lo que dice, pero lo he conseguido entender. Siempre me habla del tiempo, de los materiales que recoge y me dice que sea leve en el trabajo. Un día, lo encontré a las 5.30 de la mañana mientras bajaba para ir a recoger el carro. Era tempranísimo. Le dije que qué hacía tan pronto por la calle. Me dijo que se había peleado con su tía y que se había ido de casa sin ahcer la cama y dijo que "cuando vuelva ya la haceré". Lo repitió dos veces. Haceré. Madre mía.
El abuelo. Este es el más cachondo de todos. También me salió con lo de encontrarme dinero. Y me soltó "vas vestida como un hombre". Esto me dió una risa increíble. le contesté que "si claro, si quieres vamos con minifalda a limpiar la basura de las calles" y, para colmo, le gustó la idea. Después, me preguntó que si sabía de letras. Yo ya me pensaba que iba a preguntarme algo elevado en plan mística gitanil. Pero no. Me hizo leer el cartel que había en la ventana de un coche porque él no sabe leer. Me asombró que no supiera leer. El hombre tendra más de 70 años, pero esta en forma. Lo que ahce el andar. le leí el cartel y le dije que el coche estaba en venta por 1.500€. Me preguntó que cuanto era eso. le dije que eran doscientas cincuenta mil pesetas y aún preguntaba que cuánto era eso. Por favor. Al cabo de unos días, lo encontré dando martillazos a un calentador recogido de la basura en la calle Galicia. Y le dije que ya sabía quién era quien echaba esos trozos de plástico tan raros en la calle. Y me dijo, como un niño al que regañan y con ese acento gitano con esa música tan característica que "pero si tengo una escoooba". Casi me muero de risa. Le dije que no me dejara porquería por el suelo y desde entonces esta todo más limpio por esa zona. Lo bueno es que después me dijo "menuda zona que te ha tocado, aquí hace 7 años que nadie barre ni limpia". Eso me hizo reír aún más, aunque me callé. Me hizo reír porque, primero, llevo casi dos meses barriendo una vez por semana allí, segundo, el dueño de un bar de esa misma calle me dijo exáctamente lo mismo, y me hizo pensar en que de tan marranos que son no nos cunde el barrido, ya que al día sigueinte todo vuelve a estar sucísimo y, tercero, por allí pasa una máquina limpiadora dos veces por semana. Así que todo es un cuento chino por su parte!. Y me daba la risa.
El dueño del bar. Me dijo lo de los 7 años pero de muy mala leche. Yo tengo toda mi zona como el jaspe. Ahora no se queja. Ha empezado unas reformas y me ha dejado la calle llena de tierra. Le dije "no me dejara usted aquí la tierra, no? porque yo no pienso recogerla". Me dijo que no, que la recogería y que por eso había puesto el coche encima, para que no la barriera. Al día siguiente había un contenedor de obra allí. Perfecto, si tú respondes, yo también. Los tengo controlados.
La Calle Galicia. En conclusión, esta calle es surrealista. No es por meterme con lso gitanos, pero la calle esta limpia y, cuando llega la casa de los gitanos, delante, esta lleno, llenísimo de porquería!. Bolsas de todo tipo, trozos de cosas que sólo Mzoart sabe de dónde salen... y es que me he dado cuenta de una cosa. Los gitanos usan las furgonetas como trasteros. Es como una habitación aparcada en la calle. Lo que no les sirve, lo tiran fuera y hala, ya pasara el barrendero. Hay otra furgoneta de otro cabeza de familia gitana en la calle de la Serra dels Galliners. En esta furgoneta guardan la ropa que venderan en el mercadillo. Hoy he barrido un pantalón y una chaqueta que estaban en el suelo. Para que luego digan que no son cochinos. Tiene un contenedor justo en la acera de enfrente.
Los bares, los obreros y colegas. En los bares se arrejunta una cantidad de testoesterona que me pongo enferma. Unos gritos! Eso sí, tanto los obreros como los colegas de la empresa (camioneros o jardineros) se portan muy bien y son muy respetuosos conmigo, la única mujer entre 50 o 60 tíos que llenan el bar. Con los que más me río es con los obreros de una calle que, por ahora, me libro de barrer porque esta de obras. Me dicen que les barra la tierra en broma, y hay uno con una túnica de árabe que me sorprende. Parece Moisés. Luego me dijeron, en el bar, que me lo dejarían limpito para que así no me esfuerce. Esto me lo dice el encargado de la obra, que además, siempre me dice que no me estrese, que vaya lentito.

Y así estamos todos los días. Hablando de cosas sin importancia, todos metidos en la jornada laboral. Y vemos como a medida que avanza la semana las caras se hacen más alegres y la gente más extrovertida. Y los viernes es la risa total. No sabría decir más cosas que han dicho algunos/as que me produjeron risa ya que en cada jornada puedo entablar pequeñas conversaciones con 20 personas o más, entre los que me preguntan por lugares, los gistanos, los conocidos, los obreros y los nos conocidos... pues ahí andamos, haciendo una vida social basada en cosas insignificantes, pero realmente enriquecedora y muy significativa en el conjunto de la vida de una persona.

Y me paso las horas pensando en qué podría hacer con mi amada en la llegada del fin de semana. Siempre deseando que llegue ese día para poder abrazarla, amarla, mirar sus ojos y reflejarme en ellos. Ver su sonrisa y escuchar su preciosa voz. Tocar sus manos de pianista, escuchar su música, disfrutar de su compañía, de la alegría que transmite, de las risas que nos pegamos juntas...
Eternamente.