Desmantelamiento

Ya he empezado a desmantelar mi habitación. He empezado por el ordenador. He sacado todos los componentes que ahora no me hacen falta y ya los he metido en bolsas listos para transportar. He nombrado cada uno de los cables y la región donde se ubican, porque hay tantos periféricos que casi me vuelvo loca. Ahora sólo tengo conectado el monitor y el router. Lo justo para poder escribir este mi último post en esta casa.
No siento nada. Sólo nervios. Sé que el mes de noviembre va a ser especialmente duro para mí, pero al no sentir nada es como si me hubiera mentalizado de que así va a ser, de que la lucha que desde hace una semana llevo obtenga sus resultados en un momento u otro.
Todo Llegara.
Otro de los inconvenientes que estoy pasando es que el domingo me lesioné en la zona lumbar al agacharme para barrer debajo de un banco. Un mal gesto que ha llegado de la manera más inoportuna. El trabajo de desmantelar la habitación se me esta haciendo mucho más difícil ya que he de hacerlo lentamente, pues no me puedo agachar con naturalidad, he de hacerlo con mucho cuidado.
La madre de mi amada me ha llamado para ver como me encuentro. Es de agradecer el ver que la gente te quiere. Así la lucha se hace más llevadera, si cabe.
Mi amada... si no fuera por ella qué sería de mí? La ayuda que me está ofreciendo no tiene precio. Me emociono al pensar que aún queda amor en este mundo.
Quizas siga escribiendo por las tardes desde algún locutorio, porque escribir me resulta balsámico, me relaja, me hace canalizar todo cuanto acontece en mi alma, que no es poco.
Así pues, seguiré sin poner foto, hasta que vuelva a tener internet en mi nueva casa, y eso significara postear bastante hasta que ello suceda.
Hasta pronto amigos. Mañana es el último día antes de partir de la casa que me vió crecer y ya sera imposible que me conecte.
Gracias a todos.
Como siempre, voy a soñar con mi amada.