Otra vez aquí

Y espero que a partir de ahora pueda escribir con más asiduidad. Siempre surgen cosas y más cosas que me han impedido escribir. La rutina, ahora que vivo sola, es más intensa, más dura...bueno, eso ya se sabe.
En este puente hemos estado juntas mi amada y yo, y dormimos una noche juntas. Hacía tiempo que no lo hacíamos. Me invitó a una paella en un restaurante que, como entrante nos puso unas anchoas con un picadillo de ajo, cebolla, pimiento rojo y salsa de vinagre de módena que estaba buenísimo, y probamos un vino blanco de Juve & Camps, pues sólo conocíamos el cava de esta bodega. Luego nos fuimos a tomar algo y la tertúlia duro muchas horas. Caímos rendidas en la cama y dormimos 12 horas. Qué alegría poder levantarse a la hora que una quiera. Esto sólo puedo hacerlo, normalmente, un sólo día a la semana.
En las fiestas de Navidad trabajo todos los días festivos y todos los fines de semana, así que hemos tenido que confeccionar un promgrama (cosas de profes) para poder quedar los días en que las dos podemos. Además, su madre nos hara unos pies de cerdo, sopa de Navidad, y pavo rebozado de corral que matan en el pueblo, además de langostinos con rape a la salsa marinera. Lo único que me gusta de la Navidad es la comida:-) y estar con mi amada, claro esta.
Los días han ido pasando de tal manera que no es que hayan sucedido cosas fuera de lo normal, pero me veo obligada a resumir los hechos más importantes.
Nuestro clavecinista ya vino al primer ensayo. Fue el sábado pasado. Todo un desastre por nuestra parte. El director pensó que con el puente no habría ensayo y no vino. El otro miembro tenía compromisos de mayor importancia. En fin, que al final nos quedamos hablando las dos chicas del grupo con él y fue muy ameno, pero nos íbamos a morir del mono por tocar. Una lástima. La semana que viene lo cogeremos con muchísimas ganas.
Aunque aún ha de pasar el jueves que viene, que también promete mucho, pues cuatro compañeros de clave del conservatorio (entre ellos el que toca en el grupo de flautas...bueno, el que aún ha de tocar) hemos pensado probar cantar a cuatro voces en un cuarteto vocal. Sólo de pensarlo me emociono, pues ha sido un sueño que, después de muchos años, por fin veo cumplido.
Y los días siguen pasando, y la rutina sigue siendo la misma pero, como dije antes, tan intensa que la mayoría de veces me resulta agotadora.
Espero vencer el agotamiento a diario para poder dedicarle un rinconcito a este mi bloguecito amado mío. Y si alguien lo lee con asiduidad, ruego me dusculpe.
Esta es la última semana de conservatorio antes de las vacaciones de Navidad, porque la siguiente semana hay un ciclo de conciertos, así que hasta el año que viene no volvere a ver a los profesores. Espero que tengan buenas fiestas.
Y yo, otra vez aquí. Y ahora a soñar con mi amada, como eternamente.