Bueno, no, que si no lo echo de menos

Voy a seguir escribiendo porque creo que sera terapéutico para mí.Ya me daba pena dejar abandonado el blog. Ya no sé si es adicción o si es terapia. La cuestión es que escribir me libera de tensiones acumuladas durante el día o los días al explicar mis impresiones sobre ellos y, ya de paso, incluirlas en mis recuerdos en forma de palabras.
Pues han pasado muchas cosas, más bien horribles. Todas en el sentido laboral de la palabra. He hecho entrevistas las cuales no me han servido de nada...bueno...sí...para que se me caiga el alma a los pies al ver que siempre cogen a otra persona antes que a mí. Hecho que hace que me cuestione qué es lo que tienen los/as demás que yo no tenga, o al revés.
De todas formas ahora, tengo otra esperanza y, esta vez es más real porque toca de pleno en mi terreno: Voy a ir a por todas.Le voy a echar morro y me voy a presentar como Mozart, porque ya he visto que la gente va así por la vida. Quizás hasta cuando firme, imitaré su firma (como cuando era adolescente y todo lo que rodeaba el mundo mozartiano me apasionaba hasta la locura...claro que, ahora lo llevo con más calma.No sé si por la edad o porque las novedades ya no son tantas respecto a nuestro Mozart). De todas formas, escribo este blog escuchando Mozart.
Pues bien, mañanaa tengo una entrevista para trabajar en un colegio (no sé si es público o privado) impartiendo clases de flauta a los niños de 3º a 5º de primaria. Bueno, la verdad es que me alegra que sean de esos cursos, porque almenos hablan y se les puede entender. Cuando estuve en una guardería dando clases de música a los niños, que sólo articulan sonidos guturales para comunicarse pensé -esto no es para mí-, y no volvería jamás a trabajar con niños de 0 a 3 años en mi vida a no ser que fuera lo único que me queda en el mundo. Estos tendran 8 o 9 años, que empiezan a saber lo que son las cosas de los mayores pero aún lo ven desde la inocencia y en este punto se les puede controlar mejor.
A la hora de clavicémabalo me han llamado y casi he perdido 10 minutos de clase pero me ha gustado que me llamara en ese momento porque el conservatorio estaba en plena efervescencia de actividad en ese momento y se escuchaba a través del teléfono la música de los estudiantes de diversos instrumentos. La verdad es que no ha podido llamar en mejor momento, pues hasta me ha hecho sentir interesante. La conversación, además, ha sido la mejor que he tenido con una empleada de ETT. No me creo que nos hayamos reído juntas por no sé qué cuestión que ni recuerdo. Pero, por fin, he podido hablar con la decisión de alguien que esta segura de sí misma. Que no me toquen la música que para eso la toco yo (aunque la destroce). Hoy, por fin, he hablado con propiedad. Basta de tonterías!dadme un trabajo ya!.
Pues nada. Hoy ha sido un día de conservatorio de aquellos para recordar. He visto a la jefa de estudios del departamento de cámara, que es una antigua compañera de mi amada de cuando eran adolescentes y estudiaban piano. Me ha entrado una risa contenida por saber de su vida cosas más que lividinosas (menudo elemento de jefa de estudios está hecha esta pianista), que el profesor de flauta me ha llamado la atención al yo hacer sonar la flauta como si fuera una colegial.Es el problema de los instrumentistas de viento: no nos podemos reír mientras tocamos. Pero ha estado muy gracioso todo en conjunto y la bronca del profe sólo ha servido para reír aún más aunque exteriormente mostrara el rostro de la concentración y la seriedad que se han de tener en una clase.
En estos días de ausencia (aunque creo que sólo ha sido un día) tengo que agradecer a mi amada todo el apoyo que me ha ofrecido ayudándome en todo.Dándome ánimos e incluso buscarme empresas donde poner currículums para poder aspirar a algún trabajo.Gracias desde aquí, amada mía, por tu esfuerzo, por tu amor, por existir y hacer al mundo y a la tierra que pisas privilegiada.
Bueno, pues mañana, quisera poder escribir que soy un trozo de profesorcilla de extraescolar de flauta, que me hace ilusión, porque así no me alejo de mi dedicación musical y puedo concentrarme mejor en mi affaire conservaturil. Así pues, como siempre, la esperanza nunca se acaba y, menos, con la mujer que tengo a mi lado y que volvió a recordarme ayer la frase que salió de mi corazón y que, si quiero ser fiel a ella para no engañarme a mí misma, he de seguir como propio ejemplo:
"Siempre que la tristeza quiera invadirme, le ganaré el terreno poniendo mi corazón, henchido de amor por mi mujer, como barrera arquitectónica infranqueable de lo obscuro."
Para una vez que me sale una frase en la cual realmente creo y que mi amada me inspiró, voy a seguir mi propio ejemplo y, amando a mi mujer y viviendo esta hermosa vida llena de ilusión por el Amor, os digo buenas noches y que soñéis con Mozart.
Te amo C.
Gracias por tu ayuda.