Sueño

Que estoy sentada en mi butaca, la butaca de lectura, bajo esa lámpara de pie que siempre deseé desde que la ví en los Encantes hace ya 10 años. Leo una bella novela que me sumerge en un sueño...dentro de un sueño. El silencio es grave, como a mí y a mi amada nos agrada. Aún así, ese silencio se disuelve en una bella música repetitiva, como antaño, en el Barroco, donde la repetición es creatividad, novedad...y deja de ser repetitiva.
Así transucrre la tarde...llena de recuerdos y olvidos, pero llena de vida.
Mientras leo se me ocurre que la mejor manera de acabar la noche que nos espera es cocinar una buena cena.
Mi amada sale del baño.
- Qué hacemos para cenar hoy, cariño?
- Hoy me apetece que pruebes algo que sé que te gustara y que acabo de inventar en mi mente.
-Sé que me gustará.
( Y me sumerjo en sus labios, porque ella así me ha dicho "te quiero").
Cocino unos espárragos a la salsa de Brie con un toque de hierbas en las cuales no falta el Romero mientras escucho su interpretación de L'Ille de Feu De Messiaen. Esta pieza me inspira. La cena me sale mejor de lo que acostumnra a salirme.Su interpretación es sublime.
-Me encanta como cocinas.
- Y a mí me ecnanta como tocas. Haces que la repetición sea creación, como el Amor, que cuando se practica, nunca es igual.
- Exageras.
-También exageras tú al decir que te encanta como cocino.
- Pero es que cocinas divínamente.
-Y tú tocas divínamente.
Recogimos los platos y los pusimos en el fregaplatos. Nos fuimos al sofá y pensé (raro es en mí pensarlo antes que ella ) en qué haríamos mañana.
- Pues podríamos tocar nuestras sonatas para flauta y piano y, cuando saliera el sol, bañarnos en él frente al mar.
- Pues sí. Esto de vivir en A-Olivella es genial. Hemos dado en el clavo (Justa la Fusta) al haber escogido nuestra vivienda aquí.
Mientras tomamos el sol pensaba en la próxima composición.
- he compuesto un serialismo para flauta de pico y piano. Creo que no tendra fin el diálogo entre flauta y piano puesto que el logaritmo que lo inspira así lo demanda.
- Pues tocaremos hasta que nos cansemos...
- Te amo, bella mía... cierto: tocaremos hasta que nos cansemos.
Hicimos el amor tan ardientemente como el sol que, habiendo embriagado nuestras pieles y sentidis, aclamó a nuestro deseo para hacer resonar su existencia, antes de ponernos a tocar... Y mientras tocábamos.
Sonó una música que nos atrapó a medida que la interpretábamos...y fué un sinfin con fin.

Desperté con una sonrisa en los labios.

Y es que por soñar, que no quede.