Suplencias

Esto de las suplencias en mi trabajo es lo que más dinero me reporta, y siempre son bienvenidas. Claro que, cuando ocurre que he de hacer alguna suplencia los avatares que trascienden son imprevisibles, aunque una ya empieza a acostumbrarse. Esta vez ha sido en un CEIP nuevo de la cuidad de MdR. He hecho comedores. Según dice la madre de una amiga mía, que es maestra, lo peor de trabajar en un CEIP es hacer comedores. Pues yo me lo paso estupéndamente, se me pasan las horas volando. Supongo que sera porque en los fines de semana durante 5 años he sido cocinera y sé lo que es trabajar a destajo y cocinar para 300 personas en 2 horas.Aquí es muy diferente. El trabajo es mínimo. Sólo es preparar las mesas y traer a los más pequeños. A la hora de comer es cuando hay que estar encima de ellos para obligarlos a comer a los que no quieren o hacer que coman más rápido porque hay un tiempo máximo para ello.
Antes de llegar al centro me he parado en una cafetería para preguntar exáctamente dónde se encontraba el centro. Entonces me han dicho que es paralelo a esta calle pero has de andar toooodo para abajo. Ya me veía yo anadando media hora larga hasta llegar al centro. Me dispongo a salir media hora antes del bar para poder llegar a tiempo y cuando doble la esquina, ya se veía el centro a unos 50 metros de distancia. Una de dos, o la gente esta muy acostumbrada a ir en coche hasta para ir al baño y una distancia de 50 metros andando para ellos es una maratón, o es que no han andado en su vida. La cuestión es que en dos minutos me he plantado allí, y como tenía aún 25 minutos para entrar, me he tenido que meter en otra cafetería para hacer tiempo. Tampoco ha sido grave.
Una vez dentro, he visto que el centro, de nueva construcción, es más grande que muchos IES que conozco. me he quedado verdaderamente impresionada del espacio que tienen los niños. Un centro muy bueno en equipamiento y demás.
Cuando ya he encontrado a la maestra que me tenía que decir lo que tenía que hacer y habiéndome metido dentro de la...dichosa bata...ha empezado el trabajo directo con los niños. Y claro, me han dicho: Tú eres la profesora nueva?...y claro, les he dicho que sí. Pues basta haberles dicho esto para que, una vez en el comedor, al llamarme dijeran "profesora nueva!profesora nueva!"... me ha entrado tal risa que mi compañera se ha contagiado y casi nos morimos allí mismo de las carcajadas. Y no digo nada cuando el primer comentario que he hecho ha sido: "madre mía, qué freaky's son estos niños". Mi compañera ya lloraba de la risa. Me ha caído muy bien, y he trabajado muy a gusto a su lado y al lado de otras 4 maestras más.
Cuando ha acabado el comedor he estado media hora en el patio con los niños. Después los he llevado a la clase y he vuelto al comedor ya que nos tocaba comer a nosotras. Yo me esperaba comer lo que han comido los niños, que no me hubiera quejado en absoluto porque comen muy bien. Pero cuando he llegado y he visto unas bandejas con codillos con setas se me han puesto los ojos como platos. Qué lujo!... he comido codillo con setas y ensalada. El codillo estaba perfectamente hecho, tierno, con la sapiencia de alguien que conoce bien el gremio de la brasa (como comúnmente se le llama a los cocineros de freidurías y carnes asadas). Sencillamente, un manjar. A ver si me llaman para más suplencias en ese centro. Se come de maravilla. No me extraña que haya gente especializada en comedores de Primaria. Yo también me especializaría viendo lo que comen.
Una vez acabada la comida y recoger un poco la cocina, la faena queda para las mujeres de la limpieza. Así que, ya podíamos marcharnos. Menuda vidorra!. Esto sí que es trabajar y lo demás son tenterías..y cobrando una pasta. Por qué no me habría yo enterado de esto antes?. Ahora, a aprovechar:).
He pensado todo el día en mi amada, como siempre. Ya queda menos para vernos. Tengo muchas ganísimas de verla. Me repito más que el ajo, ya lo sé, pero es que siento pasar el tiempo segundo a segundo hasta que la veo y, entonces, se para... aunque luego, de repente, es como un despertar y volver a la realidad...y otra vez a empezar. Otra semana más, otra espera más.
Este fin de semana llega con mucha ilusión: ordenar partituras, ensayar...
Y además tenemos el puente!, qué bien! un día sin colegio!
Aunque estara pasado por agua.Por lo menos aquí.
Me gusta pasar un día festivo lluvioso sentada, junto a mi amada acariciandome la cabeza, dabajo de una mantita, calentitas, en el sofá, haciendo tele. Claro que, ahora me gustaría más que en los días lluviosos los acompañáramos con nuestras interpretaciones. Entre claroscuros sera idílico. Las notas flotaran por el cálido ambiente del hogar. Qué bello es poder tener el privilegio de poder acceder a la música.
Bueno, la cuestión es que ahora puedo decir que en el tema laboral empiezo a ser feliz. Por lo demás, ya saben: Qué más puedo pedir?
Sólo ofrecer es lo que ahora toca.
Y te ofrezco, amada mía, como bien sabes, mi amor eterno.