Un día lluvioso

Hoy hacía un viento horrible!. Menos mal que se ha calmado cuando ya me tocaba ir al conservatorio. Me ha gustado notar que cuando me daba el viento en el pelo no me lo tenía que apartar de la cara. Me parece que a partir de ahora me voy a cortar el pelo así de corto.
Hoy ha sido un día de esos aburridos de clase contínua, de estudio contínuo. No es que me aburra estudiando, pero cuando es por obligación me da más pereza, aunque una vez puesta el tiempo se pasa solo. A veces demasiado rápido.
Ahora me acaba de venir a la mente de que el concierto de Skoda sera el día 19, es decir, un día después de nuestro onceavo més de amor. Entonces, considero que es el regalo perfecto para celebrar nuestro día. Queda una semana y dos días para ello. Como siempre, la semana pasara sin darnos cuenta.
A veces siento como si hubiera conocido ayer mismo a mi pianista. Tal es la complicidad que existe entre nosotras. Todo siempre parece ser novedoso. Es encantador.
Y ya casi llevamos un año.
Y recuerdo el primer día como si fuera esta misma mañana.
Aún sigo leyendo el libro de Harnoncourt a la espera de empezar con La pianista. La verdad es que tengo muchas ganas de empezar con el nuevo libro, aunque no debería ser, porque hay que disfrutar cada uno de ellos como si fuera el último que se fuera a leer. Respecto al libro del Harnoncourt hoy se me ha quedado grabada una frase que contínuamente me han estado repitiendo mis maestros (ambos especializados en Música Antigua) y que yo no dejo de repetir tanto a mis alumnos como a las personas que me rodean cuando se habla de repetición en música... la frase de Harnoncourt hace referencia a uno de los Conciertos de Brandemburgo de Bach, y dice así:

Sin duda, Bach también espera la variación de la articulación de una misma figura repetida varias veces, porque en cada ocasión tiene un significado diferente en su nuevo contexto retórico.La analogía, en el sentido actual de la palabra, según el cual un fragmento similar debe realizarse de manera similar en cada repetición, no es habitual en música barroca.

Estas palabras, describen a la perfección la idea de la que yo quería exponer ayer cuando hablaba de la repetición en Mozart o el Padre Soler o en los compositores del SXVIII y siglos anteriores. Cuando se repite una frase o un sencillo motivo, o este se ha de cambiar de articulación u ornamentarlo (cosa a la cual me dedico yo ahora cada día a estudiar, cientos de glosas y tipos de ornamentación de los tratados de grandes maestros como son Diego Ortiz o Ganassi). Es tan bello poder improvisar una nueva forma de melodia sobre una repetición! hace que la música antigua sea siempre tan fresca! pues hay tantísimas formas de inventar, que la música siempre sigue viva desde la frescura de su contínua reinvención y la plena actividad en la actitud del intérprete (en muchas partituras modernas todo esta tan perfectamente escrito y señalizado que no da pie al intérprete a poner de su parte a la hora de interpretar la obra, conviertiéndose en un mero sujeto pasivo tocador de la partitura).
Estoy yo muy musical estos días. No sé por qué sera. Supongo que leer tratados de música hacen que me impregne de ellos, saque conclusiones o recuerde cosas antes escuchadas por boca de mis maestros.
Siento que aprendo.

Mañana ya es viernes. Otra vez!
Ya se me aparece la chimenea con su candor relajante. Y mi amada con su piel rosada del contacto con el calor de nuestra lar. Qué bello. Qué ganas de abrazarla tengo...

El domingo veremos un DVD en mi casa llamado Viva Vivaldi de Giardino Armonico y la mezzo Cecilia Bartoli. Sera vibrante. Es el DVD de arias de óperas de Vivaldi más impresionante que he visto jamás. También incluye el famoso concierto para flauta de pico sopranino y orquesta y el concierto para laúd y orquesta. Todo de Vivaldi. Sencillamente maravilloso. Una joya que recomiendo a tutti.

Por esta noche no tengo más que decir. Sólo que dormire muy tranquila pensando que mañana vere a mi amada y por fin podremos tener el merecido descanso que buscamos.

Y seguire pensando en tí, amada mía.