Glosas

Este fin de semana ha sido hermoso. hemos estado en casa todo el fin de semana, sin salir, recogiditas, comiendo, durmiendo y amándonos. Menuda vidorra. No viene mal después de toda una semana sin parar. Este fin de semana que viene hemos pensado cocinar diréctamente en la chimenea de casa de sus padres. Sólo de pensarlo me muero de ilusión, pues me encanta cocicnar a la leña. Y después, con el calor de las brasas, volveremos a amarnos justo después de comer. No hay nada como hacer el amor delante de una chimenea.
Ha sido tan hermoso este fin de semana que cuando nos despedíamos, anoche, en el interior del coche, empecé a recitarle versos a mi amada que salían de mí sin casi yo tener consciencia de ello. No recuerdo qué le decía, pero sí sé que eran bellas glosas de amor perfectamente rimadas y métricamente equilibradas. hasta yo me maravillé de la inspiración que tuve. Y ella, hablando de no sé qué, y yo mirándola y recitando, aquello parecía un diálogo de besugos. Cada loca con su tema. Cuando me despedí de ella, al recordarlo, no podía más que reir con ganas. La verdad es que hacía tiempo que no lo pasaba tan bien junto a mi amada. Me hace gracia porque quedamos para ver el fútbol y casi nunca lo vemos, porque entablamos una conversación que no se acaab nunca. Me encanta porque hay tantísima comunicación entre ambas!...no se acaba nunca la mecha, siempre estamos hablando de cosas, la comunicación es fluída y provechosa. Es increíble cómo se puede amar tanto a una persona y los frutos que ello da. He crecido como persona y como amante. El amor es vida y yo ahora irradio vida por los cuatro costados. Ya mismo hacemos un año desde que nos conocimos. Desde el primer día que nos vimos ya hubo esa chispa del amor y la pasión, y una atracción mútua irresistible. Desde el primer día que nos amamos como nunca habíamos amado a nadie. Qué felicidad...
El otro día una amiga me preguntó que es lo que se siente cuando yo le comenté que estaba, por fin, con la mujer de mi vida. No supe bien qué contestarle. Es una experiencia tan extraña y nueva para mí (que es la primera vez que me ocurre algo así, y espero que la última) que me costó explicarlo. Sólo supe decir que es una felicidad pausada, tranquila, plena, humilde, inconmensurable...es la PAZ en mayúsculas. la PAZ que te otorga la seguridad de saberse amada por la persona que amas con todo tu corazón y tus entrañas.
Ayer estuve inspirada, nunca jamás había recitado poemas inspirados en el amor de manera improvisada y que salieran tan naturales y fluídos como el hilo de la voz que los transmitía. La voz del amor se glosa a sí misma para ofrecer su corazón y alma a su amada.
Además, no sé si lo dije. Mi amada me obsequió con el libro La pianista de Elfriede Jelineck. Esta magnífica novela, premio Nobel, la andaba yo buscando hacía mucho tiempo (después de ver la película en francés que tanto me gusto) y me ha llegado a través de sus manos de pianista en una preciosa edición en cartoné y en lengua catalana. Me encanta leer en catalán. Suena de otra forma.Es muy dulce. Ahora, como aún estoy leyendo el libro de Nikolaus Harnoncourt, no puedo empezarlo, pero ya me queda poco para acabarlo y empezar con este. La lectura es un verdadero vicio.
Sin libros no sería nadie.
Y sin mi amada pianista, tampoco.