Cuanta belleza

Y cuanto amor hemos desprendido este fin de semana mi amada y yo. Qué delicia es pasar los fines de semana con total tranquilidad...sin desfases. La una para la otra, completamente. Así, así me gustaría que fuera siempre. La paz de que no haya que entorpezca nuestra plena consciencia de nuestro amor, que se trabaja día a día...a fuego lento. Con una base, unos cimientos, que pueden ofrecer una gran oportunidad para dar el paso definitivo hacia una convivencia real. Por lo menos esa es mi intención... una convivencia real para que el amor sea real, y no a distancia, ni a plazos... para mí ese es el amor verdadero.
Quizas algún día.

Fuimos a ver Memorias de una geisha. Nos gustó. Espero que la semana que viene veamos En la cuerda floja y otras como la vida de Camarón de la Isla y algunas de terror, que es el género que le gusta a mi amada y que, bueno...a mí, dada mi profunda imaginación, no me llaman mucho la atención, pero siempre tienen su punto de morbo por el sentimiento que producen.

Después del cine hicimos el amor tan delicadamente, tan sensualmente, que tiemblo en la silla cada vez que recuerdo la imagen de la expresión de su rostro en el cúlmen de su existencia en ese extático momento de plenitud...
No se puede expresar con palabras... es algo que me arrebata... verla así... esa imagen quedara grabada en mi alma de por vida.
Eso hace que la ame aún más.
Y es que se puede amar aún más de lo que puedo amarla yo?

Ya acabé los exámenes. Esta semana me dedicaré a estudiar de manera tranquila y ordenada todo el material que tengo para el segundo cuatrimestre. tengo muchas ganas de acabar este curso... tengo ganas de poder disfrutar de un verano que no he tenido desde hace dos años (recuerdan mi pobre pierna?... cómo llegó a fastidiarme el verano sin poder andar y yendo cada dos por tres al hosptital..sin poder ir a la playa...), disfrutarlo junto a mi amada plenamente. Todo el mes de agosto, puesto que en julio quiero trabajar.

Todo llegara.