El antes

Dentro de, exáctamente dos horas me quitan la muela. Estoy nerviosa, no por el dolor que causa, si no por las molestias que causa al despertar. Esta noche a comer purecitos.
Esta tarde hablaré con mi amada por teléfono, si es que puedo. Aunque sea hablando gangosamente. Cuando me quiten esta muela y después de 24 horas ya todo sera un leve recuerdo. Almenos esta no me duele tanto como me llegó a doler la anterior que me extrajeron. Allí ví las estrellas y el cosmos entero durante meses. Por miedo, no fuí a quitármela hasta que el dolor se hizo tan insopoprtable que no había más remedio. Cuando me la quitaron lo hizo tan bien el dentista que ahora no me da miedo ir a que me la quiten. Pero sí me da nerviosismo la post-intervención. No podré fumar durante las 24 horas posteriores a la intervención...eso es lo de menos...se podra soportar porque ya estoy mentalizada. Pero la sensación de vacío, de sangre coagulada (lo siento, pero necesitaba decirlo) que hay que escupir durante horas, y el despertar de la anestesia son realmente repugnantes.
Ahora estudiare clave, pues la flauta no la podre tocar hasta el viernes...
La clase de flauta la recuperare el martes que viene. Y entonces, como la semana pasada, tendre dos clases de flauta, una el martes y otra el jueves, con el esfuerzo y el estrés que ello conlleva. Como ya acabé la composición de armonía, lo que hare sera tomármelo con más tranquilidad y dedicarme más a la flauta. Ha estado bien haber adelantado trabajo de armonía. Todo cuadra, menos mal.
Se me olvidó explicar que lunes pasado, cuando fuí para dar clase de flauta a los niños, entré en el aula antes de la hora, pues no había nadie. Me dispuse a borrar la pizarra y me salió un "qué asco de niños" entre dientes. Cuando me dí la vuelta para ver la disposición de las mesas, ví que había un ex-alumno mío allí haciendo deberes. Me dió un vuelco el corazón. Entonces, le pregunté si estaba copiando algo de la pizarra, pues ya la había borrado. Me dijo que no...que estaba haciendo otra cosa. Entonces sentí una liberación y una alegría al comprobar que no me escuchó!. Voy a tener que controlar más mis comentarios en clase porque, imagináos que lo escucha y se lo dice al director. Me muero. Claro que siempre se puede decir que se lo ha inventado, pero no dejaría de ser un problema grave, porque daría lugar a una duda razonable en este caso, que es la palabra de un niño contra la mía. Bueno, dejo de hacer más hipótesis sobre este caso. La cuestión es que la próxima vez, antes de pensar en voz alta, me tendré que asegurar bien de que no haya nadie a mi alrededor.

Ya quedan sólo dos horas para la intervención. Me voy a hacer música para olvidarme y no ponerme mas nerviosa.
Esta noche me hare una buena crema de champiñones. Los tamizaré bien y algunos los pasaré por la batidora junto a la crema de leche. Por lo menos disfrutaré cocinando.

Y, como siempre, esperaré ansiosa a escuchar la voz de mi amada. Hablaré con ella con un algodón en la encía que he de llevar unas cuantas horas. Espero que no se me muera de la risa.

O sí, que así todo sera mas llevadero.