Otro día de estrés

Menudo jaleo con el grupo de flautas. Entre una cosa y otra se van saltando algunos ensayos muy importantes por causas no menos importantes, y esto hace que la tarea de montar los conciertos para mayo sea una auténtica odisea.
Hoy he tenido que cambiar la reunión con el que nos contrata, quedar además con una compañera del grupo para hacer los programas definitivos porque aún no se han hecho. Sí, ya sé que aún estamos en marzo y aún queda todo abril, pero como nos durmamos un segundo más, la cosa se va al traste. Gajes del oficio. Estrés contínuo por todos sitios. Para que luego digan que lo que cobramos es una suerte. la de horas que hay que echar antes de una actuación!

Almenos ya se puede decir que queda una semana y media para Semana Santa. Por favor! que llegue ya!. Este sábado habra programación absuoluta de todo lo que llevaremos y haremos allí. Cosas de profes que se nos pegan a las que somos algo de profes. A hacer programas para todo, para que todo quede redondito, y para que luego se salten a la primera de cambio. Pero por lo menos ya se puede una sustentar en algo.

La semana que viene no tengo exámen de historia de la música porque el profesor se ha puesto enfermo y hemos dado muy pocas clases, eso sí, justo después de Semana Santa no nos libramos. Así que a Jeide he de llevarme no sólo la comida y la ropa, si no que también partituras y más partituras y además, lo de historia de la música. Vamos, que no seran las vacaciones soñadas que esperaba, pero almenos sí estaremos muy tranquilas y sin ruido y en la intimidad absoluta de nuestro amor.

Ahora, otra vez a pensar en el día a día, en el presente. Un presnte que ahora no es que sea de mi entero agrado, pero que hay que presenciar, valga la redundancia. Y ya disfrutaremos de otros presentes más tranquilos.

Y, como no, a pensar en mi amada.