Y hoy...

Y hoy no he ido al conservatorio pues he pasado una noche horrible. Me comenzó a sangrar y no había manera de parar la hemorragia. Mi madre y sus sabios consejos fueron los que solucionarion el problema de la hemorragia. Me dijo que me enjuagara la boca con vinagre. Dió un resultado inmediato. Fué bastante asqueroso pero el fin justifica los medios. Luego, pues tenía cierto hinchazón en toda la parte izquierda de la cara y el dolor me llegaba hasta la sien. No pude dormir del lado izquierdo, pues me daba dolor y angustia. Total, que pasé una noche sin poder dormir más de una hora seguida.
Por la mañana he retozado, pero no de placer, si no de dolor y molestia. Y al intentar levantarme he sentido un dolor bastante fuerte en la sien y las cervicales. Total, que no servía para nada. He enviado sms's a los profesores para anunciarles mi ausencia. Y aquí estoy, escribiendo un poco antes de ponerme a estudiar...aunque no tengo nada de ganas, muy al contrario que hace dos días. Supongo que el agotamiento de haber dormido mal me esta pasando factura.

Mientras tanto pienso en los pormenores de la preparación de los 4 conciertos que daremos en mayo. Mañana sera la reunión-ensayo del grupo para atar los cabos que les he puesto a disposición y el sábado por la mañana cerraremos, espero que definitivamente, el pacto con la persona que se ha interesado por nuestros servicios. Qué superficial queda, por favor... aunque es lo que hay. Hacemos música, pero también hemos de pasar por la logística contractual, que esta muy alejada del puro arte, pero son gajes del oficio.

Hoy pienso mucho en mi amada, ya que sólo quedan unas 30 horas para verla, si se da el caso de que mi madre marche este fin de semana y ella pueda quedarse en mi casa. Si no, pues tendrán que pasar unas 15 horas más antes de vernos... sigo diciendo: Qué rápido pasa el tiempo!

Y es que hoy hace un día primaveral, aunque hace frío, pero hace un sol radiante y el cielo esta de un azul que embelesa. Lástima que me encuentre así de pachucha, porque ir al conservatorio con un día así de espléndido me gusta mucho, pues todo me sale mejor porque mi estado de ánimo mejora con el buen tiempo. Aunque un día lluvioso en casita también se agradece. Sobretodo abrazada a mi amada. Aún recuerdo aquella noche en la casa de sus padres en el pueblo, de tremenda y salvaje tormenta eléctrica de rayos que caían como bombas unida a un aguacero impresionante, abrazadas ambas, dándonos calor y cobijo,viviendo los irresistibles momentos en que la Naturaleza muestra lo sublime de su ser.

Mañana seguiré leyendo el libro biográfico de Nannerl Mozart. Esta muy bien porque a cada carta de la hermana de Mozart, después se explica a manera de novela, los hechos que acaecieron para que Nannerl escribiera esas cartas o su diario. Lo único que ocurre es que la escritora se posiciona en favor de Nannerl y describe a su hermano Wolfgang como un caprichoso y a su padre como un ogro, cuando se sabe que no fue tanta su severidad como la suerte que los Mozart tuvieran un padre como el que tuvieron que, por un lado dió una magnífica educación musical a sus hijos y, por otro, contribuyó a una educación moral muy acertada al hacer que no se les subiera el éxito a la cabeza. Encomiable tarea.

Ay! qué rara me siento sin hacer nada (aunque ahora esté escribiendo) en torno a mis obligaciones musicales. Me pasa como a mi amada, que a veces no sabemos estar de baja. Mañana ire a trabajar. Soplaré poquito, lo estrictamente necesario, la flauta. Mañana haré que los alumnos participen más en su propia autocorreción o le diré a la niña que es la mejor de clase que sea ella quien toque ese mismo ejercicio para que escuchen los que fallen en qué han fallado. Esa niña me va muy adelantada, va por 20 ejercicios más que los demás y contra más le pido má me da. Así que mañana confiare la clase a ella y yo casi no soplaré, aunque me muera de ganas. Porque, no sé si os ha pasado a alguien que me lea (seguro que a mi amada sí, porque ella es música) que cuando dejas unos días de tocar el instrumento, te entra como un cosquilleo (el síndrome de abstinencia) y piensas "la flauta la flauta" (el piano o cualquier instrumento) y al cogerlo y disfrutas mucho, mucho con él y te sale una interpretación sublime y pareces hasta un gran intérprete y además, lo flipas. Qué divertido:)

Bueno, pues hoy estaré así, en cuarentena, pensando en mi amada, retozando en la cama esta tarde un poquito porque arrastro sueño... en fin, pensando en mi amada, como siempre.