Algo diferente

Por fin algo diferente a lo de cada día. Ayer me llamó mi compañero de grupo y ya esta disponible para ensayar. No me lo hemos pensado dos veces y hoy mismo ya hemos quedado para ensayar. Casi que no voy a saber tocar la flauta después del tiempo que llevo sin hacerlo. Me voy a emocionar y todo con la sensación de flotar entre el flujo de notas musicales.
Hoy tengo las manos mejor. Si hubiera sido ayer, creo que no hubiera podido tocar. Las tenía muy hinchadas.
Hoy he hablado con mi amada. Me ha comprado algo que esta guardado en un paquete grande. Qué ilusión me hace abrir regalos. Después de dejar el regalo en casa iremos al cine. Aunque aún quedan dos días para que llegue el viernes. Aún así, no sé qué ocurre que las semanas se me pasan volando.
Mañana es el segundo día más duro de trabajo de la semana. Hoy ha sido menos duro de lo que pensaba. No estaba muy lleno de hojas el piso de los parques de los pijos. He acabado pronto y he podido seguir barriendo en lugares más cercanos a la civilización normal, es decir, un lugar donde hay bares abiertos, los obreros de siempre etc. y he vuelto a desayunar con ellos. Son muy majos. Les ha gustado el sitio donde me pongo para desayunar, es decir, fuera del bar, en una mesa que hay en un patio. Ha triunfado el sitio y ahora tanto los obreros de la calle de al lado como otros que vienen de hacer obras en la UAB se disputan el sitio. Y me explican su vida. Y yo la mía. Es genial.
Hoy, al pasar por la obra, de camino al bar para desayunar, uno de ellos me ha dicho que le pida un bocadillo de tortilla para las 9.30. Lo he hecho y el tío se ha quedado sorprendido al ver que le he hecho caso. Me ha invitado al refresco. Todo con una naturalidad que cualquier pijo desearía tener. Qué estrirados van por la calle, por favor. Y yo, como si no existiera. Somos como ratas los barrenderos. Les damos vergüenza ajena, pero sin nosotros se comerían la mierda que ellos tiran. Por que de veras que son cochinos! Siempre esta sucísimo ese barrio! más que otros de gente más normal.
Bueno, y después de despacharme a gusto con estas gentes (a las cuales no envidio en absoluto, que conste) me voy a ensayar alegremente y con muchas ganas.
Amada mía, ya queda menos para abrazarte.
Por fin, algo diferente.