Vuelta a empezar
Otra vez es lunes. Otra vez este fin de semana ha habido trabajo. Esta vez no ha llovido, y se han cumplido todas las expectativas para este pasada fin de semana. Ya estamos en octubre. Yo no sé, pero se me estan pasando las semanas que ni cuenta me doy. Aún se escucha el canto del cisne de este verano, puesto que ya parece que llegan nubes y bajaran las temperaturas de cara a mañana. Este fin de semana aún olía a verano, aún sudé como en agosto, aún me deslumbré por el sol, y sentí que me quemaba... pero ya estamos en octubre.
Y yo con estos pelos.
Ayer mi amada y yo comimos con mi madre y su compañero. Nos hizo una paella buenísima y disfrutamos mucho en la comida. Después fuimos a dormir un poco la siesta, hicimos el amor (no hay nada mejor que dormir abrazada al amor de mi vida después de hacer el amor) y despertamos ya sumidas en un halo de profunda relajación. Y así transcurrió la tarde. Hablamos relajadamente sobre todo y sobre nada... el susurro del amor, la sonrisa de complicidad, la broma tonta, las manitas debajo de la mesa, el reflejo en nuestras miradas... y el tiempo, cansado de tanto estrés, pasaba tranquilo mientras cenábamos en un Kebab. Qué bonita sensación de relajación he tenido este fin de semana. Ha sido especialmente perfecto.
Y ahora, estudiando la música y entre partituras, pasare la semana musical que me queda por delante. Hoy me ha tocado flauta y armonía. Mañana, Mozart dira.
Amada mía, por qué eres tan bonita?
Y yo con estos pelos.
Ayer mi amada y yo comimos con mi madre y su compañero. Nos hizo una paella buenísima y disfrutamos mucho en la comida. Después fuimos a dormir un poco la siesta, hicimos el amor (no hay nada mejor que dormir abrazada al amor de mi vida después de hacer el amor) y despertamos ya sumidas en un halo de profunda relajación. Y así transcurrió la tarde. Hablamos relajadamente sobre todo y sobre nada... el susurro del amor, la sonrisa de complicidad, la broma tonta, las manitas debajo de la mesa, el reflejo en nuestras miradas... y el tiempo, cansado de tanto estrés, pasaba tranquilo mientras cenábamos en un Kebab. Qué bonita sensación de relajación he tenido este fin de semana. Ha sido especialmente perfecto.
Y ahora, estudiando la música y entre partituras, pasare la semana musical que me queda por delante. Hoy me ha tocado flauta y armonía. Mañana, Mozart dira.
Amada mía, por qué eres tan bonita?
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home